Cualquiera que al oír las palabras "Mitsubishi Eclipse" todavía piense en un coupé deportivo de los años 90, se sorprenderá al saber que el nuevo Eclipse se ha convertido en realidad en un Renault Scenic.
Mitsubishi también busca un lugar destacado en Europa con la ayuda de su socio Renault. El nuevo Eclipse Cross para 2026 es, en realidad, una versión ligeramente modificada del modelo Scenic E-Tech de Renault, que lleva casi dos años en el mercado europeo. Por lo tanto, el nuevo Eclipse Cross es el último ejemplo de "ingeniería de logotipos", lo cual no es un caso aislado para Mitsubishi, ya que modelos como el Colt son en realidad Clio, el ASX es un Captur y el Grandis se basa en Symbioz. De hecho, Mitsubishi ahora tiene más modelos Renault en Europa que los suyos; las raras excepciones son el Space Star y el Outlander, este último basado en el Nissan X-Trail.
Aunque es muy fácil criticar este enfoque, es importante entender que está mucho más justificado de lo que parece a primera vista. Desarrollar un coche, especialmente uno eléctrico, es muy caro, y Mitsubishi solo tiene una cuota de mercado del 0,4 % en Europa. Con este punto de partida, invertir en un modelo completamente propio sería demasiado arriesgado e irracional desde el punto de vista financiero. Sin embargo, los japoneses no se conformaron con cambiar el logotipo: el Eclipse Cross luce un capó, una parrilla y unos parachoques ligeramente diferentes. Las llantas de 19 o 20 pulgadas también son únicas, pero sigue siendo básicamente un Scenic.










Mitsubishi también ha añadido algunos detalles propios al interior. Se mantiene la misma pantalla dual (un panel de instrumentos digital de 12,3 pulgadas y un sistema de infoentretenimiento vertical de 12 pulgadas), pero Mitsubishi ofrece nuevos elementos decorativos y materiales. También estará disponible un techo panorámico con película electrocrómica, que permite ajustar la transmisión de la luz, disponible también en el Scenic E-Tech.
Técnicamente, el Eclipse Cross se basa en la plataforma CMF-EV de Renault y utiliza un motor eléctrico frontal que desarrolla 215 CV y 300 Nm. Acelera de 0 a 100 km/h en 8,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 170 km/h. Se alimenta de una batería de 87 kWh, que admite una carga con una potencia de hasta 150 kW en corriente continua y ofrece una autonomía de hasta 600 kilómetros según el ciclo de medición WLTP. Se espera que una versión aún más económica, con una batería de 60 kWh y un motor eléctrico de menor potencia, se lance en el segundo semestre de 2026.


