La Unión Europea quiere una parte de la propiedad intelectual de las marcas de automóviles chinas

Desde hace más de un siglo, la industria automovilística europea es considerada una de las más desarrolladas y avanzadas del mundo. También alberga las marcas más prestigiosas y deseadas del sector del motor. Sin embargo, en los últimos años ha aparecido un nuevo actor en el mundo del motor, que está causando bastantes quebraderos de cabeza a Europa y otros países del mundo. Se trata, por supuesto, de los chinos, que están experimentando un crecimiento exponencial en el sector del automóvil, lo que molesta bastante a los fabricantes extranjeros. Para devolver a la industria automovilística europea su antigua gloria, la Unión Europea quiere saltar al rescate de una manera ligeramente diferente a la que esperábamos.

Según una de las principales organizaciones de noticias del mundo, el Financial Times, los funcionarios de la Unión Europea planean introducir nuevas reglas que requerirían que los fabricantes chinos entreguen su propiedad intelectual a los fabricantes europeos a cambio de subsidios. Esto debería entrar en vigor a partir de diciembre y se aplicará a incentivos para el desarrollo de baterías por valor de mil millones de euros.

La publicación también citó a dos altos funcionarios diciendo que el plan podría extenderse a otros programas de subsidios. Sin embargo, esta información aún no está completamente confirmada, ya que todavía hay detalles que aún no están del todo finalizados y están sujetos a cambios.

Todo parece bastante fácil, pero podría obligar a los chinos a adoptar una estrategia más defensiva, ya que sus empresas podrían dudar en buscar incentivos para un mayor desarrollo. La razón de esto sería que tendrían que compartir el conocimiento adquirido con sus rivales europeos. Un resultado así todavía ayudaría a las empresas europeas, ya que con esta medida frenarían en cierta medida su competencia.

Por el momento, no está del todo claro qué están planeando los funcionarios de la Unión Europea. Según el Financial Times, se trata de un juego bastante arriesgado, ya que los fabricantes chinos de baterías CATL y Envision Energy han invertido mucho en plantas europeas. No hace falta decir que lo más probable es que los chinos no estén entusiasmados con estos planes, sino todo lo contrario, lo que podría desencadenar medidas de represalia.

Por supuesto, esta no sería la primera vez que los chinos contraatacan, ya que recientemente introdujeron aranceles sobre las marcas europeas de coñac en una aparente respuesta al enfoque de Europa en los vehículos eléctricos chinos. En ese momento, el Ministerio de Economía de China incluso propuso imponer aranceles a los productos lácteos y la carne de cerdo europeos, así como a los vehículos con motor de combustión interna de gran volumen, como los grandes sedanes y los vehículos deportivos y todoterreno.

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