Donald Trump está provocando un debate sobre el futuro de la industria automotriz estadounidense con algunas promesas audaces. El candidato presidencial republicano propone exenciones fiscales para los fabricantes de automóviles extranjeros que deseen fabricar sus vehículos en suelo estadounidense, al tiempo que amenaza con altos aranceles a quienes se atrevan a importar sus vehículos.
En un discurso el martes en Savannah, Georgia, que se centró en gran medida en reducir la tasa impositiva corporativa del 21 por ciento al 15 por ciento para "aquellos que fabrican sus productos en Estados Unidos", Trump dijo: "Quiero que las compañías automotrices alemanas se conviertan en compañías automotrices estadounidenses. Quiero que construyan sus fábricas aquí".
El ex presidente expuso su oferta para todos los principales fabricantes de automóviles extranjeros si regresa a la Oficina Oval.
“Esta es la oferta que estoy haciendo a todas las empresas y fabricantes importantes del mundo: les daré los impuestos más bajos, los costos de energía más bajos y la carga regulatoria más baja. Y acceso gratuito al mejor y más grande mercado del mundo”, dijo Trump.
“Pero sólo si fabricas tus productos aquí en Estados Unidos. Todo eso desaparece si no fabrica su producto aquí. Y contratar trabajadores estadounidenses para hacer el trabajo. Si no fabrica su producto aquí, tendrá que pagar derechos de aduana, y un derecho de aduana muy específico”, añadió.
Según Trump, quienes no cumplan tendrán que pagar altos aranceles, lo que efectivamente encarecerá sus productos. También amenazó con un arancel del 100 por ciento sobre "cualquier automóvil importado de México", según ABC News. Una medida así perjudicaría a varias empresas que han construido fábricas en México para aprovechar los menores costos laborales en el interior de Estados Unidos.
Trump afirma que bajo su liderazgo, no sólo preservará los empleos para los estadounidenses, sino que "también tiene la intención de quitarles empleos a otros países". Y añadió: “Nos haremos cargo de sus fábricas. Traeremos miles y miles de empresas y miles de millones de dólares de riqueza a los buenos y viejos Estados Unidos”.
BMW, Mercedes y Volkswagen ya producen un gran número de modelos en sus extensas plantas estadounidenses. Muchos de estos vehículos no sólo están destinados al mercado norteamericano, sino también a la exportación.
Tomemos como ejemplo BMW. La planta de Spartanburg produce casi toda la línea de SUV y emplea a 11.000 personas. Durante varios años consecutivos, ha ostentado el título de mayor exportador de automóviles de Estados Unidos por valor, con exportaciones estimadas en 2023 en 10,1 millones de dólares.
Pero los analistas advierten que si estos titanes alemanes aumentan la producción en la zona, es posible que tengan que reducir la producción en sus fábricas en Alemania, lo que podría afectar el desempeño general de estas empresas.
Curiosamente, el ex presidente también expresó su voluntad de aceptar a los fabricantes de automóviles chinos en el mercado estadounidense con una condición: que produzcan sus vehículos localmente. "Daremos incentivos, y si China y otros países quieren venir aquí y vender automóviles, construirán fábricas aquí y contratarán a nuestros trabajadores".