Carlos Tavares, CEO de Stellantis, comentó la difícil situación que vive la industria automotriz europea en la inauguración de las nuevas oficinas de Pro One en Mirafiori. BMW reporta ganancias inferiores a las esperadas y Volkswagen, peor aún, está considerando 15.000 despidos y admite que no tiene un plan B (todavía).
Decisiones impopulares pero necesarias
El número uno del grupo Stellantis no se limita a abordar numerosos temas de actualidad. Presta especial atención a la cuestión de las multas por emisiones de CO2 que superen los límites de la UE, que entrarán en vigor en 2025. Trabajó para prepararse. La Unión Europea ha establecido un marco dentro del cual los fabricantes de automóviles deben operar para poder competir de manera justa. No está bien que se cambien las cartas a pocos meses del inicio de este nuevo desafío”.

Tavares continuó: "Últimamente hemos tomado muchas decisiones impopulares. Recibimos muchas críticas por esto. Pero sólo actuamos como lo hicimos porque no queríamos seguir el camino de Volkswagen. Al menos por ahora hemos logrado evitar medidas tan drásticas".
La industria automovilística europea se encuentra en una fase de supervivencia
"Tengo cuatro nietos de entre 6 y 12 años. También tengo una tarea para ellos: Stellantis debe volverse climáticamente neutral para 2038. La Unión Europea nos llamó a reducir las emisiones y establecer hitos en este camino. Se adoptarán nuevas regulaciones en 2025. Mis autos están listos, mi gente está lista y nuestras fábricas están listas. ¿Por qué el retraso? ¿El calentamiento global ya no es un problema? En este momento, la mitad de Portugal está ardiendo", dice Tavares sobre los grandes incendios forestales en Portugal.

El director general del grupo Stellantis, que hoy anunció sin embargo el aplazamiento de la Gigafábrica de Termola, afirmó también que "cuando la Unión Europea decidió que debíamos iniciar una transición ecológica, decidió ofrecer a los consumidores los mejores productos posibles". Nos esforzamos cada día para conseguirlos. Es muy difícil, pero no hay vuelta atrás".

“No debemos tener miedo”, afirmó Tavares, “la industria del automóvil está en una especie de modo de supervivencia: no tenemos miedo. No debemos quejarnos, no debemos dudar, debemos centrar nuestros esfuerzos en sobrevivir. Para sobrevivir, necesitamos lograr la paridad de costes entre los coches eléctricos y los vehículos con motor de combustión interna, pero esto abre otro capítulo. Nos movemos en una zona geográfica de caos y es difícil de predecir. Los gobiernos han decidido reducir los incentivos a la compra, lo que ralentiza el mercado.